Sobre este curso

“(…) Negarse a que el acto delicado de girar el picaporte, ese acto por el cual todo podría transformarse, se cumpla con la fría eficacia de un reflejo cotidiano.(…) Cómo duele negar una cucharita, negar una puerta, negar todo lo que el hábito lame hasta darle suavidad satisfactoria.” 

Cortázar, J. (1970)

El uso de la casa es parte de nuestro cotidiano, sin embargo nadie nos enseñó a hacer un uso correcto de ella: nacemos haciendo uso de nuestra casa y así, espontáneamente, la continuamos utilizando durante toda la vida.

Aunque nos parezca normal, encontrarnos con instrucciones de uso al comprar saquitos de té o un frasco de shampoo, mientras que en el caso de una vivienda, sólo los más atentos notan la ausencia de Instrucciones de uso (que sin dudas es un conjunto de elementos mucho más complejo).

Si bien las instrucciones para subir una escalera o dar cuerda al reloj pueden aparentar ser inocuas, aquellas que nos enseñan a poner la casa en relación con el ambiente y entenderla como un sistema integral (como por ejemplo cómo usar una ventana, el sol, el agua o la sombra de un árbol), cambian de forma considerable el desempeño de la vivienda generando beneficios directos en la calidad de vida de sus habitantes y mejor eficiencia en la gestión de los recursos que consume.

En las últimas décadas, se comprobó que la incorporación de tales prácticas sustentables en el ámbito del hogar (como dejar de derrochar energía y agua, gestionar mejor los residuos), además de mejorar la economía familiar, contribuye directamente al cuidado del medio ambiente al mismo tiempo que evita la emisión de toneladas de gases de efecto invernadero (GEI) durante la vida útil de la casa, cooperando con la preservación de las reservas de recursos naturales para consumo de otros sectores fundamentales a la sociedad como: transporte, industria y agropecuario.

El concepto de sustentabilidad fue definido por el Comité Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (sigla en inglés WCED) como “progreso que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”1. Considerando esta definición de sustentabilidad, en 2015 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) elaboró un plan maestro, firmado por 193 países, estructurado en 17 objetivos que buscan fomentar un futuro sostenible para todos. Los objetivos se interrelacionan entre sí e incorporan los desafíos globales del día a día, como la pobreza, la desigualdad, el clima y la degradación ambiental2.

Por lo tanto, se puede decir que lo social, lo ambiental y lo económico son los tres pilares de la sustentabilidad y están vinculados íntimamente con el uso de la vivienda. Por ello es que presentamos el primer Curso de instrucciones de Uso Sustentable de la Vivienda, elaborado por FOVISEE.

A continuación extendemos el listado de contenidos y la estructura formal del curso:

  1. Salud
    En este primer capítulo analizaremos los riesgos que podemos encontrar en el interior de una vivienda para la salud de las personas.

  2. Energías
    En este capítulo definiremos los distintos tipos de energías que existen y brindaremos recomendaciones para volver energéticamente más eficiente el hogar.

  3. Agua
    En este tercer capítulo describiremos las sustancias que contaminan el agua, su potabilización y consejos para su uso adecuado.

  4. Residuos
    En este cuarto capítulo encontramos el ciclo urbano de los residuos y consejos para reutilizar y reciclar.