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A continuación analizaremos las distintas partes que hacen al hogar. A fines de nuestro trabajo, desde FOVISEE definimos al hogar como el sistema complejo e integrado, donde interactúan factores físicos, tecnológicos, ambientales y sociales. La vivienda es un derecho para las personas, somos las que le damos sentido, uso y somos los destinatarios de su desempeño. Esto nos permite ver al hogar como un organismo, en el que cada componente influye en los demás y, en conjunto, determina la experiencia de habitar de las personas.
Por su parte, la vivienda como dispositivo técnico también debe entenderse como un sistema activo: un espacio que protege, regula el clima interior y se adapta a condiciones externas extremas. Comprender la vivienda como sistema interconectado es crucial para garantizar habitabilidad, confort y seguridad, especialmente para los grupos más vulnerables.

El análisis de la vivienda como sistema no se limita a lo técnico. Desde FOVISEE proponemos el concepto de “Vivienda Justa” entendiendo a la vivienda como un derecho, asociado a su vez con otros derechos fundamentales. Así, el confort y la eficiencia energética están directamente vinculados con la calidad de vida, la salud, la productividad y la equidad social.
Por eso, esta unidad incorpora tanto variables físicas/técnicas como sociales, y su interacción hace hace al funcionamiento y desempeño de la vivienda, que es justamente aquello que estudiamos desde la “Ciencia de la Vivienda”:
- Variables físicas: temperatura, humedad, radiación solar, ventilación, materiales.
 - Variables sociales: confort térmico, pobreza energética, accesibilidad a servicios, hacen a una vivienda justa.
 
Cuando todas estas partes funcionan en conjunto, el resultado es un espacio confortable, duradero, sano y energéticamente eficiente, que garantiza el acceso a derechos de las personas. Cuando alguna de ellas falla o se desconecta de las demás, aparecen situaciones de malestar, derroche de energía, deterioro edilicio o vulnerabilidad social, alejando a los habitantes del hogar de sus derechos.
En este sentido, Heidegger invita a pensar que construir casas no significa todavía habitar o habitarlas. Habitar es más que levantar paredes, es el modo en que las personas existen en el mundo, cuidando y siendo cuidadas por el espacio en el que habitan. De este modo, en la vivienda se entrelazan las dimensiones mencionadas anteriormente, centrales en la vida y experiencia humana. Así, “construir no es sólo medio y camino para el habitar; el construir es ya en sí mismo habitar” (Heidegger, 1951).
Cada una de estas partes corresponderá a una subunidad, que incorpora una evaluación, luego del desarrollo de los contenidos.
Este capítulo aborda el funcionamiento de la vivienda en relación con 4 bloques:



